Sólo en septiembre.
Nos están matando y a los señores no les importa en absoluto.
Menos mal que, sin embargo, todo lo demás funciona y tu vecino del cuarto ya sabe que el feminismo es necesario y la única vía desde la que buscar soluciones. Que tu cuñado ha dejado de hacer bromas sobre violaciones y ha salido del grupo de Whatsapp en el que sus amigos tratan a las mujeres como cachos de carne.
Que tu primo el del pueblo te escucha, sabiendo que él está en una situación de privilegio, cuando le hablas de que la violencia empieza por agujerearnos las orejas sin permiso, darnos un bebé de plástico para jugar y ponernos una falda para salir a saltar y correr al patio del colegio.
Que tu amigo de toda la vida está educando a su hijo adolescente para que sepa que el porno ni es ni debe parecerse a la vida real, porque las mujeres no están al servicio de las necesidades sexuales de los hombres.
Que el marido de tu amiga nunca le ha levantado la voz.
Que tu jefe te trata y te paga igual que a tus compañeros hombres.
Que el profesor de tu hija no cuestiona el lenguaje inclusivo porque sabe que la lengua condiciona el pensamiento y que lo que no se nombra, no existe.
Que nadie dice ni piensa ya eso de «ni machismo ni feminismo».
Menos mal ¿verdad?
-Men are the enemies of women. Promising sublime intimacy, unequalled passion, amazing security and grace, they nevertheless exploit and injure in a myriad subtle ways. Without men the world would be a better place: softer, kinder, more loving; calmer, quieter, more humane- Anne Oakley
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